El cultivo de papa genera 110 mil puestos de trabajo permanentes y 34 millones de jornales temporales, mayormente durante las campañas de siembra y cosecha👩‍🌾. Esta labor beneficia principalmente a más de 711 mil familias productoras, especialmente en regiones como Puno, Huánuco, Huancavelica y Cusco.

Durante la última década, la papa ha sido un pilar fundamental en la agricultura nacional, representando aproximadamente el 10% del valor total de la producción agrícola del país. Este cultivo es de gran importancia para la economía agrícola peruana, ya que abarca alrededor del 20% de las hectáreas sembradas en la temporada 2023-2024, desempeñando así un papel crucial en la seguridad alimentaria del Perú🥔(Fuente: MIDAGRI).

En el año 2023, la producción de papa en Perú superó los 5 millones de toneladas, alcanzando un valor total de S/2,549 millones💵. Durante esa campaña agrícola, se cultivaron más de 320 mil hectáreas de tierra, logrando una productividad promedio de 16.9 toneladas por hectárea. Sin embargo, este rendimiento nos posiciona como uno de los países menos productivos por hectárea cultivada, ocupando el puesto 87 a nivel mundial, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En comparación, países como Argentina, Brasil o México ostentan una productividad por encima de las 30 toneladas por hectárea.

Para alcanzar mayores rendimientos, es esencial impulsar mejoras tecnológicas, como el uso de semillas certificadas (que son semillas mejoradas con alto porcentaje de germinación, más resistente a las plagas y con mayor rendimiento). El Instituto Nacional de Innovación Agraria lidera este camino, presentando mejoras genéticas que prometen una variedad de papa con mayor productividad y calidad. Asimismo, es esencial mejorar la infraestructura de riego, fomentar la colaboración entre agricultores mediante asociaciones y cooperativas y facilitar el acceso a los mercados.