Después de un 2023 y un primer trimestre de 2024 con crecimiento continuo, Cusco dejó de crecer en el segundo trimestre del año, registrando una caída en la economía de 2.6%. Este retroceso se explica, en gran parte, por la contracción en el sector minero e hidrocarburos, que registró una disminución de 13.1%, principalmente por la menor producción y extracción de cobre y oro, especialmente en Antapaccay y Hudbay.

En 2023, el sector de minería e hidrocarburos representó más del 40% de la actividad económica regional, consolidándose como su principal motor de crecimiento y desarrollo. La región, conocida por ser un importante productor de oro y cobre, depende en gran medida de este sector. Hasta agosto de 2024, la inversión minera superó los US $123 mil millones, cifra menor en 3,3% a la del mismo periodo del año anterior. A pesar de esto, en agosto de 2024, la minería generó empleo a más de 11,000 trabajadores.

El sector minero enfrenta múltiples desafíos, como la volatilidad de los precios internacionales de las materias primas. En agosto de 2024, el precio del cobre se redujo en 4.6% respecto a julio, debido a la desaceleración de la economía china, y el aumento en la producción de cobre en países como Chile, Estados Unidos y la República Democrática del Congo. En contraste, la cotización del oro aumentó en 3.3% respecto al mes anterior, debido a la mayor demanda del metal como activo refugio en tiempos de incertidumbre global.

La minería es un pilar fundamental para el desarrollo económico de Cusco, por lo que es fundamental abordar los desafíos que enfrenta el sector, incluida la caída en la producción y la exposición a la volatilidad de los precios internacionales de las materias primas. Para avanzar hacia un futuro sostenible, es esencial fomentar inversiones sostenibles que impulsen el crecimiento del sector y garanticen un desarrollo social más inclusivo en la región. ¿Qué acciones crees que deberían implementarse para asegurar un futuro sostenible en la minería cusqueña? Te leemos en los comentarios.