Hoy, 24 de enero, se conmemora el Día Internacional de la Educación 📚👩‍🏫. Ante ello, la UNESCO declaró que el lema de este año será “aprender para una paz duradera”. En esa línea, recordamos el enorme potencial que tiene la educación para combatir la inseguridad ciudadana 👮‍♀️. Según un estudio que revisa diversos análisis a nivel internacional*** existe una relación inversa entre el acceso a la educación y la criminalidad. Esto, porque cuando una persona puede acceder a una educación de calidad por muchos años, podrá acceder a mejores empleos, los que serán más rentables y menos riesgosos que cometer alguna actividad delictiva; lo cual lleva a reducciones de la criminalidad. Este hecho se ve reflejado en el Perú, ya que 5 de cada 10 presidiarios no cuentan con secundaria completa.

Pero, el acceso a la educación presenta retos importantes y en 2021, la tasa de deserción escolar alcanzó el 8.7%, reflejando el porcentaje de jóvenes de 13 a 19 años que no completaron la educación básica regular 🎒 y no se encuentran matriculados en ninguna institución. Además, 2 de cada 10 jóvenes de 17 y 18 años no han culminado la educación secundaria en 2022 (MINEDU, 2022).

Ante esta situación, es necesario adoptar estrategias que mejoren el acceso y calidad de la educación. Esto implica tomar medidas para asegurar que la población acceda a educación de calidad desde la edad temprana 🧒👦. También se necesita que cada vez más jóvenes, especialmente los más vulnerables, logren finalizar la educación secundaria 🎓, dado su impacto positivo en la reducción del crimen 🚨. En ambos casos, el objetivo es proporcionar a los jóvenes mejores oportunidades y evitar que se vean impulsados a participar en actividades ilícitas.

***Hjalmarsson, Randi; Lochner, Lance (2012) : The Impact of Education on Crime: International Evidence, CESifo DICE Report, ISSN 1613-6373, ifo Institut – LeibnizInstitut für Wirtschaftsforschung an der Universität München, München, Vol. 10, Iss. 2, pp. 49-55