Hoy 7S conmemoramos el DíaNacionaldelosDerechosCívicosdelaMujer👩‍💼, celebrando 69 años desde el reconocimiento del derecho de la mujer peruana a elegir y ser elegida. En 1955, Perú se convirtió en el penúltimo país en reconocer el voto femenino en América Latina. Un año después, se eligió por primera vez a 8 diputadas y 1 senadora.

En 2024, Perú retrocedió 11 puestos en el ranking de empoderamiento político de las mujeres, según el Global Gender Gap Index. Este índice evalúa la presencia femenina en el Congreso, ministerios y los años que una mujer ha gobernado el país. A pesar de tener una presidenta mujer, Perú es el tercer país con menos ministras en América Latina, reportando un descenso en el indicador por 2do año consecutivo (CEPAL, 2023). El retroceso contrasta con los avances de la reforma de paridad y alternancia de 2020, que logró el mayor número de congresistas electas en la historia de Perú (49) (Jurado Nacional de Elecciones, 2021).

El panorama no es alentador, ya que 3 de cada 5 mujeres peruanas consideran que su libertad para participar en política no está garantizada 🚫(Latinobarómetro, 2023). Esto indica que perciben su capacidad y derecho para involucrarse en política como limitados debido a la persistencia de estereotipos de género y acoso político.

La Ley N° 32058, aprobada este año, presenta nuevos desafíos al eliminar la alternancia en la fórmula presidencial y la paridad en las listas electorales para los gobiernos regionales y las alcaldías. No solo se limitaría el acceso de las mujeres a cargos de representación política, sino también dificultaría la formulación de políticas públicas más representativas. Asimismo, la paridad y alternancia reducen los efectos de los estereotipos de género, promoviendo la presencia de mujeres en espacios de poder 💼. El impacto de esta norma se verá recién en las Elecciones Generales de 2026.

Este día es una oportunidad para reflexionar y movilizarnos en la lucha por garantizar la plena participación política de las mujeres🙋‍♀️. Una ciudadanía activa y vigilante es clave para contrarrestar medidas que afectan la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad.