La inseguridad está afectando a las personas y los negocios. 3 de cada 10 peruanos han sido víctimas de la delincuencia, y las extorsiones no dejan de crecer. Las empresas de transporte enfrentan una situación crítica: la integridad de sus trabajadores y la seguridad de sus operaciones están en riesgo, lo que obliga a aumentar sus costos para protegerse.