¿Cómo acabar con la informalidad? Participación de Paola del Carpio en El Comercio
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El Banco Mundial (BM) ha mostrado su preocupación por
lo complejo que puede ser la recuperación tras la crisis para
los países emergentes. La razón de ello radica en la
informalidad.
En su reciente informe “La larga sombra de la informalidad:
Desafíos y políticas”, el organismo multilateral advierte que
tratándose de una realidad que alcanza casi a un tercio del PBI en los
países emergentes, las posibilidades fiscales para atender a dicha
población ante la crisis son reducidas.
“Los trabajadores informales son predominantemente mujeres y
jóvenes poco calificados. En medio de la crisis provocada por la
COVID-19, a menudo quedan rezagados y tienen un acceso limitado
a las redes de seguridad social cuando pierden el empleo o sufren
graves pérdidas de ingresos”, señaló Mari Pangestu, directora
gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial.
Para la realidad latinoamericana, el BM pone énfasis en sus orígenes.
“[Se trata de] una confluencia de factores: ineficiencias del mercado
laboral, regulaciones onerosas e impuestos, corrupción y
desigualdades económicas y sociales”.
El caso peruano destaca por ser de los más altos en la región y por
haber ido en aumento: la informalidad –vista como el porcentaje de
autoempleo dentro del empleo total– era de 44,3% en la década del
90 y para el período 2010-2018, se ubicó en 51,8%.
Niveles de informalidad en la región. (Fuente: Banco Mundial / Infografía: Antonio Tarazona)
“La disminución generalizada de la informalidad del PBI en las
últimas décadas no se tradujo en una reducción de la informalidad
en el empleo. De hecho, el empleo informal en países como Bolivia,
Colombia, Honduras y Perú ha aumentado”, se lee en el informe.
Los caminos y cómo aplicarlos
Después de este diagnóstico, el Banco Mundial enumera sugerencias
para reducir la informalidad en las economías emergentes, entre las
que se encuentra el Perú. Estas son: adoptar un enfoque integral,
mejorar el acceso a la educación y el financiamiento, fomentar un
clima de negocios y reducir los costos asociados a la formalidad.
Siendo ese el camino, también se invita a adaptar las medidas a las
circunstancias de cada país. ¿Cómo aplicarlas entonces al caso
peruano?
Para Paola del Carpio, coordinadora de investigación de la Red de
Estudios para el Desarrollo, el problema para el caso peruano es que
la gran mayoría de políticas han estado asociadas únicamente al
ingreso a la formalidad. “La evidencia muestra que el gran tema no
está en el costo de acceder, sino en mantenerse. Es un problema de
entendimiento de política pública”, comentó.
Dicho esto, Del Carpio apunta a otro factor que ha sido determinante
para el país: el escenario político. “Eso creo que es una enseñanza
importante para los tecnócratas. La política no puede ser evitada,
sino abordada. Debemos aprender a manejarnos en el país que
tenemos y llegar a consensos”, explica.
A su turno, Claudia Sicoli, directora de la carrera de Economía y
Negocios Internacionales de la UPC, explicó que el panorama actual
es difícil.
“En general, un año electoral es complicado para tomar decisiones
que afecten en el mediano y largo plazo. Hay un proceso de
transición que dura unos meses. Cualquier medida tendrá un
pequeño impacto hacia el fin de este año”, opinó.
Frente a las recomendaciones del Banco Mundial, Sicoli apuntó al
enfoque integral como lo más importante. “No es la misma
informalidad la del vendedor ambulante que la de un empresario
que no contrata formalmente porque quiere ahorrar. Hay diferentes
niveles y enfoques; ello implica tomar decisiones de forma gradual”,
aseveró.